La masturbación es de las prácticas sexuales más antiguas que existen. Podemos encontrar datos en jeroglíficos y grabados antiguos que nos muestran como los primeros homínidos ya realizaban esta práctica en pro a la satisfacción y la obtención de placer sexual.
Se han hallado piezas en piedra pulida que apuntan a la existencia de dildos prehistóricos que sugieren la presencia de los acción de masturbación desde los primeros tiempos. Y aunque se presente esta práctica alrededor del mundo tanto en hombres como mujeres, esta se ha visto censurada por diferentes factores que han buscado evitar su desarrollo y evolución.
La religión, por ejemplo, ha jugado un papel muy importante dentro de su prohibición. Para cuando inició el cristianismo, las mujeres eran consideraras impuras y dignas de ser condenadas si se sabía que realizaban esta práctica. Los hombres, por otro lado, también eran castigados pues anteriormente se consideraba que el perder semen en un acto que sólo se realizaba con el fin de obtener placer sexual y no con fines reproductivos. Esta práctica era algo que para la divinidad no estaba bien visto y merecía castigo.
Es por esta razón y muchas más, a lo largo de la historia, la masturbación ha sido victima de muchos tabúes y prejuicios que han relegado su práctica a quienes son mas atrevidos a experimentar. Aunque los tiempos han cambiado y hoy por hoy su práctica se extiende conscientemente a lo largo del planeta. Aún podemos encontrar personas que señalan y juzgan su realización. Esto una clara muestra de la falta de educación y conocimiento que respecta al desarrollo de la sexualidad sana y consciente.
La masturbación es casi la primera forma que tiene la sexualidad para poder manifestarse. Cuando somos jóvenes, con ella nos reconocernos como seres sexuales. Comenzamos a descubrir qué cosas nos gustan y de qué cosas no disfrutamos. A todo este proceso le llamamos maduración sexual.
Pero la masturbación no solo nos guía el autoconocimiento, también motiva aprendizajes fisiológicos significativos. Por ejemplo, la masturbación permite calmar las tensiones sexuales que nuestra condición humana produce. Es más, existe evidencia científica que sustenta como la práctica de la masturbación tiene beneficios físicos sobre la salud. Ante su realización o ejecución la masturbacion genera la producción de:
- oxitocina
- serotonina
- dopamina
entre otros neurotransmisores y hormonas que aportan beneficios al cuerpo tanto en los físico y lo expresamente emocional. Su práctica otorga beneficios tales como la relajación, una forma de liberar tensión, gozar, experimentar con el propio cuerpo. Además, también promueve un buen entrenamiento a la hora de conocer la forma en que obtenemos placer y orgasmos.
La masturbación, tanto en mujeres como en hombres, resulta beneficiosa en muchos casos para la vida erótica en pareja. Suscita una mejor sensación a la hora de ejecutar con otras prácticas sexuales que necesitan de un mínimo de autoconocimiento y guía.
Complementos para la masturbación
Hoy en día existen distintos implementos que nos ayudan a optimizar las sensaciones cuando nos masturbamos. Podemos encontrar lubricantes y juguetes diseñados con los más altos estándares de calidad para hacer de la masturbación un acto sumamente placentero.
Es aconsejable que para su realización se cuente con un espacio adecuado y con tiempo suficiente para poder disfrutar. Un espacio en donde no hayan distractores y la concentración pueda darse en su máxima expresión. En los hombres se recomienda que a la hora de ejecutar la masturbación, la respiración sea muy consciente. Se aconseja ser muy cuidadosos en cada sensación que se produce y reconociendo cuales sensaciones son más placenteras y cuáles no. Un buen lubricante como el SWISS NAVY nos ayuda a hacer de la experiencia algo mucho más placentero y excitante.
También es válido usar pequeños vibradores que estimulen la zona del perineo y los testículos. Con los juguetes sexuales aumentarás las sensaciones de placer a la hora de masturbarte. Recuerda que la masturbación es mas que un acto meramente genital. Toca todo tu cuerpo y reconoce diferentes zonas erógenas para otorgarte más placer y conocer puntos que desconocías de tu propia sensación. Experimenta viéndote a ti mismo. Explora la sensación que se disfruta al jugar con los testículos o el clítoris en el caso de las mujeres. Deja a un lado los prejuicios. Atrévete a experimentar de acuerdo a las sensaciones que tu cuerpo pide y ofrece.
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