Dentro de las dinámicas de comportamiento que encontramos en las relaciones de pareja, hay un un punto que es común, en mayor o menor medida, en todas las parejas: los celos. Ésta emoción se manifiesta como sensaciones fuertes de querer que lo que se tiene sea exclusivo. Ésta emoción es común en todos los seres humanos. Forma parte del repertorio conductual que ha evolucionado con el paso del tiempo en todos nosotros.
Sin embargo, hay un punto en que este tipo de conductas deja de estar en un rango de adaptabilidad. Podemos ver cómo empieza a ser un problema que no deja acomodar a las personas tranquilamente en sus relaciones. Y, comienza a ser un problema que no sólo afecta a quien lo está sintiendo sino también a quienes rodean a esa persona. Cuando estas características conductuales se salen del marco de comportamiento adaptable, es preciso indagar mas a fondo para generar estrategias de ayuda que puedan funcionar para ayudar a controlar estas manifestaciones.
Hay algunas investigaciones que sugieren que la pareja sexual, desde un punto de vista biológico, tiende a satisfacer dos necesidades bilógicas fundamentales: sobrevivir y procrear. Guiados por estas metas, los celos vienen siendo un mecanismo de adaptación en función a la consecución de dichas metas. Lo cual genera cierto tipo de acciones como lo son la vigilancia y la violencia. Cuando los celos son moderados y permiten un funcionamiento adaptable de las personas, son considerados como coherencia emocional. Y, funcionan como una respuesta que logra anticipar conductas de infidelidad y la consecuente perdida de la pareja. Desde este abordaje, constituyen estados emocionales episódicos, no permanentes. Una respuesta ante una amenaza que genera acciones en pro a eliminar dicha amenaza. Los celos pueden llegar a generar, rabia, enojo, ansiedad o tristeza.
Cuando los celos dejan de ser un evento que aparece en momentos específicos y comienzan a aparecer estables en el tiempo, podemos hablar de celos patológicos. En ellos, los pensamientos de infidelidad son recurrentes e incontrolables. Los celos se hacen palpables con manifestaciones de agresividad y ansiedad. Lo cual, genera comportamientos compulsivos con el objetivo de controlar a la pareja. Los conflictos que se presentan en el interior de las relaciones de pareja constituyen uno de los principales factores de riesgo para muchos problemas mentales y de salud. Son una de las principales fuentes de tristeza ansiedad o depresión. Es por eso que para un correcto funcionamiento de las relaciones de pareja y de forma individual, es preciso que los celos aparezcan. Pero no desde su aproximación patológica. Cuando aparecen de forma compulsiva las personas pueden ayudarse para solucionar este problema de varias formas.
Terapia de pareja para los celos
Una de las formas más efectivas es la terapia de pareja. Los principales objetivos de la terapia son:
- aumentar la interacción positiva mutua
- disminuir los intercambios bruscos o negativos
- proporcionar a las parejas estrategias de solución de problemas que se puedan presentar en el futuro de la relación.
Por ejemplo, la comunicación asertiva. Se hace necesaria para disminuir acusaciones, generalizaciones o defensividad que pueden ser traducidos en malestar para la relación. Es por eso que es de suma importancia, si se desea lograr reducir el problema de los celos, estar con una disposición de empatía hacia la pareja. Hay que tener una escucha activa y manifestar lo que se siente de forma clara y respetuosa. Con las alternativas de vocabulario más amables en pro a comprender el punto de vista de la otra persona. Además, de dejar claros los puntos positivos que se tienen por compartir juntos.
Los celos, de forma incontrolable, pueden llegar a ser un dolor de cabeza dentro de las relaciones de pareja. Y, y con el paso del tiempo, pueden llegar a generar un efecto contrario al que se planea con su desarrollo. Se puede llegar a alejar completamente a la pareja. En lugar de tenerla durante más tiempo y en mejor sintonía. La verdad, el respeto y la confianza son los pilares que hacen que este tipo de situaciones puedan ser sobrellevadas y superadas. Generaremos con su control, mejores momentos en pareja. Proporcionando sensaciones de bienestar para los involucrados en la relación. Haciendo que el desarrollo de la vida en pareja sea mas agradable y placentera repercutiendo incluso en mejoras de comportamiento en el plano individual.
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