Para poder tener una vida sexual saludable y placentera es muy importante conocer nuestros cuerpos. Solo así podremos aportarles lo que requieren y cuando lo requieren. En ocasiones, al ignorar síntomas que pueden alertar de futuras complicaciones o tener estilos de vida poco saludables, se permite que condiciones desfavorables evolucionen. Trayendo consecuencias mayores que pueden comprometer incluso nuestra vida sexual.
En los hombres, una de las principales complicaciones médicas a nivel sexual que se pueden encontrar es la disfunción eréctil.
Según la medicina, la disfunción eréctil se ha definido como la incapacidad persistente de conseguir y mantener una erección suficiente para permitir un rendimiento sexual adecuado. Aunque es una complicación que no es letal, la impotencia afecta la salud física y psicológica. Además tiene un importante impacto en la calidad de vida de quienes la sufren. Se involucran de esta forma a sus parejas y en ocasiones también a la familia. Recomendamos ver las secciones de cremas vigorizantes, cápsulas potenciadoras de semen o las cremas alargadoras del pene, seguro que te resultarán interesantes.
La falta de ejercicio, el tabaquismo o la obesidad, son algunos de los principales factores de riesgo de la disfunción eréctil. Por ello, para poder llevar una vida sexual exitosa y completamente placentera, es necesario dejar de pensar en ella sólo en el dormitorio y aportarle desde todas la dimensiones posibles de la vida.
Para que una erección se pueda realizar, en el cuerpo ocurren diversos factores físicos y psicológicos que permiten que esta se logre. Existen tres posibilidades básicas para entender el porqué de la disfunción eréctil:
Índice
La disfunción eréctil orgánica
La erección no se puede lograr debido a factores físicos que impiden su ejecución. Puede darse por lesiones vasculares, problemas hormonales o afecciones locales. En estos casos lo mejor es contactar con el médico para ser guiados por un proceso de recuperación óptima. El objetivo será sanar el organismo y que se puedan volver a conseguir erecciones.
La disfunción eréctil psicógena
Hace referencia a la incapacidad de conseguir una erección debido a situaciones psicológicas que la impiden: ansiedad o estrés. Ambas pueden arruinar los mejores momentos de pasión en pareja. En estos casos podemos encontrar ejercicios de respiración. También ejercicios con la pareja que ayudan a controlar estas sensaciones de incomodidad.
Causas psicológicas
Requieren de atención profesional para que puedan ser solucionadas. Algunas de las principales causas son: conflictos de pareja, problemas con la propia imagen, baja autoestima, educación prohibitiva en cuanto al sexo, creencias sexuales erradas, traumas sexuales, abusos, problemas de identidad sexual, trastornos del deseo sexual, uso desmedido de alcohol, abuso de drogas, psicosis o depresión entre otros. Es fundamental contar con el apoyo de personal capacitado y competente que proporcione herramientas para afrontar adecuadamente el problema y poder superar esta condición de la mejor forma posible.
Conclusiones
Todos estos datos nos muestran que la disfunción eréctil es un problema más serio de lo que se comenta habitualmente. Por lo que se hace necesario una mayor atención especializada que permita mejorar su diagnóstico y tratamiento. Tratar los aspectos psico-sexuales como los meramente físicos. Entendiendo que una relación sexual no se restringe exclusivamente a una erección para conseguir una penetración. Y que el hecho de no conseguir una erección no hace impotente a nadie.
Aquí el trabajo en pareja se hace muy importante, donde los espacios de sensualidad y ternura hacen que sensaciones de obligación o responsabilidad se disipen. Se da paso a que se pueda disfrutar las vida sexual de formas que antes no se habían ni si quiera imaginado y aportando para que la disfunción eréctil no se presente más.
Intervenir en el estilo de vida, también juega un papel importante en el mejoramiento de la vida sexual. Entendiendo que el estrés, el exceso de trabajo o una mala alimentación, perjudican la forma en que desarrollamos nuestra sexualidad. Así, cultivar una vida estable y equilibrada se hace un requerimiento para poder disfrutar de mejor sexo. Una correcta dieta, buenos momentos de sueño y un estado emocional equilibrado, harán que el sexo pueda ser disfrutado más y mejor. Haz caso a las señales que tu cuerpo da y atiéndelas con responsabilidad para que el sexo que tienes pueda ser cada vez mejor.
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