Cuando queremos experimentar con nuestra sexualidad, la variedad de alternativas es muy extensa. Hoy gracias a las nuevas lógicas de vida en las que nos encontramos, la socialización ha adoptado nuevas características. La generalización del uso del internet y la naturalización del uso de teléfonos móviles han hecho que las forma de comunicación entre personas se vuelvan casi instantáneas. Ya no importa la distancia. Esto ha provocado que se genere un nuevo modelo de relaciones sociales. Todo ello, indudablemente, permea la sexualidad y cómo disfrutamos de ella.
¿Qué es el sexting?
El sexting es una forma de interacción virtual que tiene connotación sexual, consiste en intercambiar vídeos, fotos, relatos o cualquier tipo de contenido que haga referencia al sexo en donde nos veamos involucrados por medio de mensajes virtuales.
El sexting nos permite disfrutar de nuestra sexualidad más ampliamente. Con él podemos conectarnos de forma íntima con las personas que queremos incluso si están fuera del país. Es una alternativa que nos deja gozar de nuestra sexualidad y que puede ser muy divertida. Sin embargo, el sexting también tiene sus riesgos. Por lo cual para disfrutar de él de forma saludable, se hace preciso hacerse consciente de la cantidad de implicaciones que tiene su realización.
No caígas en los peligros del sexting
La práctica del sexting conlleva a una serie de peligros que si no se tienen en cuenta, puede dejar a algunas personas vulnerables a sus consecuencias negativas. La primera y más clara implicación, es que, al enviar cualquier tipo de contenido sexual vía internet en donde nos vemos involucrados, inmediatamente perdemos la completa autonomía que tenemos sobre dicho contenido. Cuando tal contenido entra a la web, instantáneamente queda susceptible a ser propagado con demasiada facilidad. Esto deja nuestra privacidad colgando de un hilo muy delgado y muy propensa a ser invadida ya que el contenido puede terminar en manos no deseadas perdiendo el control de su difusión.
La realización del sexting, ha generado la aparición de nuevas conductas que suponen problemas para quienes son vulnerados. El “ciberbullying”, por ejemplo; consiste en la difamación, humillación, hostigamiento o chantaje por parte de una persona a otra de forma virtual que en ocasiones puede terminar en “sextorsión”. La sextorsión hace referencia al chantaje que realiza una persona con fotos de contenido sexual que la otra persona ha generado. Se amenaza con publicar tal contenido con el fin de obtener algún tipo de beneficio. Hay un agravante en estas situaciones y es que este tipo de conductas abusivas generan en la víctima niveles de estrés muy elevados. Esto hace necesario abordar con cautela y con mucha precisión la práctica del sexting.
¿Cómo practicar el sexting?
Por medio de las vídeo llamadas. Un ejemplo sería: conectarnos con nuestras parejas a kilómetros de distancia. Luego vendría perfecto un baile erótico con esta lencería:
o podemos disfrutar de un show en vivo de nuestras parejas autocomplaciendose con alguno de estos dildos.
Las posibilidades son infinitas y para disfrutar de nuestro deseo no hace falta nada más que creatividad.
La invitación entonces es la de disfrutar de forma consiente y responsable de nuestra sexualidad. Y más cuando decidimos practicar el sexting. Recomendamos que ésta práctica se realice sólo con personas de máxima confianza. Por supuesto necesariamente mayores de edad, pues el intercambio de contenido sexual con menores podría generar problemas de pornografía infantil. Ya que esta se penaliza cuando se crea, se porta, o se distribuye.
Podemos utilizar las nuevas herramientas que la sociedad moderna nos ofrece para generar vínculos más profundos con las personas que deseamos. Podemos conseguir que las relaciones salgan de la monotonía. Agregando picardía a la forma en la que nos relacionamos. Proporcionando mejores sensaciones para la relación de pareja. Hay que disfrutar de forma madura y coherente. Permítete experimentar alternativas de diversión que fomenten mejores relaciones con la persona con la que decides compartir tu vida sexual. Recuerda que lo más importante es disfrutar respetándote y respetando a quienes te rodean. Así podrás conseguir mejores sensaciones para ti y para los que te acompañan. Por lo que si decides introducirte en la práctica de distintas alternativas de aproximación sexual, recuerda que siempre tiene que ser completamente consensuado y sano para los participantes.
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